Hace unas semanas, el seleccionado de la India logró su primer triunfo en XV en lo que fue una nueva edición de Campeonato asiático al batir a Singapur por 21 a 19.

Además, le sirvió para quedarse con la medalla de Bronce. Al ser solo 4 equipos, jugaron directamente semifinales y finales, logrando con su triunfo, quedar en el tercer lugar.

Primer cabe recordar, que la India debutó en este formato solo una año atrás. En Abril de 2018 se formó el primer equipo en la modalidad de XV para jugar un 3 naciones justamente en Singapur.

En aquel torneo, cayeron ante las locales por 33 a 5, pero su historia recién comenzaba.

Un año y unos meses más tarde de aquel primer encuentro, ante el mismo rival, las selección india consiguió su primer triunfo en la historia del XV y una medalla de Bronce.

La respuesta de los medios fue masiva. Las jugadoras, que van desde los 17 años hasta 35, algunas de ellas madres, fueron recibidas como heroínas. Políticos y el departamento de deportes del estado tuvieron palabras de apoyo para el conjunto asiático.

Muchas veces nos quedamos simplemente con el resultado de un torneo. Con la posición final y de no conseguir el oro, parece ser un fracaso.

En ocasiones hay que detenerse a pensar en las condiciones en la que un equipo o una selección se encuentra. Momentos del año, situación física, anímica, o como equipo. Pero por lo general nos olvidamos de todo lo que rodea a un grupo de jugadoras y nos enfocamos solo en el triunfo.

En lo personal, el festejo y el recibimiento que tuvo la selección de la India me vuelve a abrir los ojos en cuanto al exitismo que todos tenemos por lograr un solo objetivo y el entorno.

Para la India, ese triunfo fue el punto más alto de su corta carrera y vale mucho más que un campeonato.